
Llevo semanas en un estado raro. Un estado que no quiero definir, ya que todavía no estoy segura de lo que significa. Me paso el día pensando sí, no, sí, no, sí, no, sí...
Mis noches se han vuelto eternas sin poder dormir. Mi corazón late rápido, me sudan las manos, se me ha quitado el apetito, me siento llena de energía y a la misma vez tengo ganas de llorar. Todo esto ha llegado sin preaviso, sin buscarlo, sin táctica, sin ganas, simplemente ha llegado a mi vida en forma de luz.
Estoy abierta a algo que no debería, pero aún así no puedo pararlo, no quiero pararlo. No sé cuando fue que dejé de sentir intensamente pero ahora siento que se me escapan las emociones por las manos y los ojos. Dicen que estas cosas no terminan bien, tendré que prepararme para cualquier cosa... mientrás sólo siento.