lunes, 31 de marzo de 2008

Se me pasa el arroz?

Esta situación me ha pasado hoy con un tio que ni conocía:

él: cuándo te vas a animar a tener hijos?
yo: no sé, todavía soy muy joven.
él: cuántos años tienes?
yo: 27
él: a las mujeres se os pasa el arroz a los 30!
yo: eh! (simplemente pongo cara de alucinada)

Hasta en esto tenemos que aguantar el machismo. Yo terminé la carrera casi con 22 años, esto supone que en los siguientes 8 años tengo que:
1) Encontrar al hombre con el que quiera formar una família.
2) Encontrar la casa donde vivir con el hombre mencionado en el punto 1).
3) Encontrar el trabajo que te guste, que te paguen bien, que te hagan un contrato indefinido, que te respeten, que te sientas feliz...... casi una utopía.
4) que cuando llegues a tener el punto 3) todavía conserves el punto 1), y por consecuente el punto 2).

Si esta lista que yo misma he creado como los objetivos que se pueden esperar de una mujer moderna ya es difícil conseguir, además tenemos que añadir la presión de nuestro reloj biológico, que por cierto, no creo que una mujer después de los 30 ya no tenga posibilidades de ser madre, es más, creo que una mujer después de los 30 es cuando está realmente capacitada para ser madre (esto puede ser producto de mi resignación). Todo depende de las circunstancias, del instinto maternal y las ganas.
No sé si seré una madre mayor o no, lo único que sé es que algún día seré mamá :)))))

Playa o Montaña

Después de haberme pasado horas en la montaña peleando con el viento y llenándome de arena llego a la conclusión de que soy una persona de playa y que por mucho que lo intenté nunca me gustará la montaña.
Hoy he tenido una barbacoa en la montaña con un grupo de gente. Ya llevaba días irritada pensando en que tenía que ir a la montaña. A parte del hecho de que hay bichos, de que te ensucias, lo más odioso es que no hay aseos :(((( es en días como éste en los que el deseo por ser un hombre resucita.
Yo tengo una teoría sobre la gente. Hay gente a la que le gusta la playa y a otra la montaña. La gente a la que le gusta la playa les gusta ver el cielo y el mar, ver hasta el infinito, y la gente a la que le gusta la montaña les gusta ver los bichos, los matujos y las montañas (reconozco que demuestro mis prejuicios y no estoy siendo objetiva jajajaja). La gente que le gusta ver el infinito es más abierta y la gente que le gusta estar entre montañas es más cerrada, y esto parece ser que es verdad. Puede que sea el entorno el que influye en la forma de ser de las personas.
Como ya he dicho en otro post hay dos clase de personas, los perros y los gatos. Los perros son los amorosos, los que les gusta besar, abrazar, y tocar. Los gatos son los que se dejan besar, abrazar y tocar.
Soy una perra playera jajajaja

Los domingos en el campo

Cuando era una niña todos los domingos eran los días familiares. Durante todo el invierno ibamos al campo de una prima de mi madre, y los veranos ibamos a la playa.
En el campo se juntaban muchas primas y primos de mi madre con sus hijos. Los hijos éramos de diferentes generaciones, así que nos juntabamos por edades. La generación que nos tocó a mi hermana gemela y a mi era sin duda la más peculiar, estaba formada por tres niños, una niña, mi hermana y yo. Siempre los recuerdo como salvajes que no hacían más que enseñar sus pequeños penes y pelearse como animales, en esto último incluyo a la niña. Eran verdaderas bestias, su día ideal transcurría arrancando pelos.
Mi hermana y yo no nos sentíamos bien con estos niños, así que nos buscamos una amiga que vivía cerca. Ella se llamaba Encarni. En seguida conectamos con ella, se parecía bastante a nosotras, era una rebelde como nosotras, pero con clase, también como nosotras. Nos gustaba ir a "correr aventuras". Esto consistía en irnos sin rumbo a cualquier lugar, coger alguna que otra naranja de algún árbol que estuviera muy cercano a una casa y correr el riesgo de que los dueños nos pillaran robando jajaja. Nos pasabamos todo el día por ahí entrando a casas abandonadas y corriendo por donde fuera. A veces cogíamos ladrillos y nos montabamos una cabaña. Es gracioso, pero ahora esas cosas me darían claustrofobia, pero entonces me encantaba meterme en sitios cerrados y pequeñajos en los que nadie me podía encontrar. En las cabañas que creabamos metíamos juguetes y linternas para poder jugar.
Lo peor de ir al campo es que comíamos paella. Yo odiaba comer paella, entonces pensaba que no me gustaba el sabor, pero no era eso en realidad, el problema con la paella es que llevaba conejo. Lo del conejo era un ritual, ibamos a una granja vecina a comprar un conejo. Yo veía al conejo, que solía ser grande. Luego lo llevabamos a la casa de campo y entre las primas de mi madre e incluso alguna vez mi madre lo mataban. Era tan cruel ver como mataban al pobre animal. Os advierto que lo que voy a contar puede dañar la sensibilidad :)))
Dos mujeres cogían al conejo por sus patas, cada una cogía una pata y lo dejaban colgando entonces estiraban y él conejo chillaba (ese chillido no se me olvidará en la vida), por supuesto que partían al conejo por la mitad :((( y después le quitaban la piel y lo cortaban, y alá pá la paella. Pensando en esto es fácil que yo odiara la paella, y que nunca coma conejo.
Las primas y primos de mi madre los consideraba como retrasados mentales, cosa que no son, son más bien una família que se dejan llevar demasiado por sus instintos, que se comportan como animales y que son bastante ignorantes. Nos miraban a mis hermanas y a mi como seres que no podían entender, sólo por el hecho de ser educadas, de hablar bien, y de querer tener estudios.
Siempre intentaban ridiculizarnos o humillarnos pero nosotras al final siempre demostrabamos tener más clase, una clase que se aprende en la família, y que ellos viniendo de la hermana de mi abuela materna no pudieron aprender.
Todo esto de la educación me viene de mi abuelo materno. Él era un señor muy educado, un hombre de letras que le encantaba leer y escribir. Es por esto que se esforzó en inculcarnos sus valores, y lo consiguió con las cuatro. Es el único abuelo que conocí y del que siempre estaré orgullosa.




jueves, 27 de marzo de 2008

Estereotipos sexuales

Desde que somos niños nos inculcan los papeles de los chicos y las chicas. La sociedad, la família, la educación, la religión, un cúmulo de todo nos crea prejuicios sobre los comportamientos sexuales masculinos y femeninos.
Por un lado, nos enseñan que los hombres son promiscuos, infieles y que como decía Freud son seres sexuados porque tienen el sexo físicamente externo. Esto lleva a que las mujeres tiendan a aceptar las infidelidades y que la sociedad no recrimine los comportamientos "mujeriegos".
Por otro lado,  nos enseñan que las mujeres son más precavidas, son las que deciden cuando se dan las relaciones sexuales, son las que tienen el dolor de cabeza y las que tienen menos apetito sexual.
Estos estereotipos se convierten en conductas aprendidas. Una mujer por el hecho de ser sexual puede llegar a sentirse culpable o avergonzada. Una mujer sexual puede ser confundida con la promiscuidad e incluso con la ninfomanía. Esta última palabra es algo que usamos bastante. Os pongo una definición que he encontrado:


"¿Qué es la Ninfomanía?

La palabra Ninfomanía viene de ninfa y de manía. Las Ninfas en la mitología griega eran las deidades del bosque, de las aguas y del campo.

Se entiende por manía, una preocupación excesiva. Por lo tanto, se entiende por ninfomanía, a un apetito sexual exagerado de la mujer, el límite de lo normal no esta definido claramente, pero se puede decir que existe patología sexual si las preocupaciones sexuales tienden a dominar el pensamiento conciente aun después de que el acto sexual ha sido ejecutado. O si el sexo tiene una influencia tan dominante que interfiere con otros aspectos de la vida diaria del individuo.

La ninfomanía o deseo sexual aumentado y compulsivo de la copula en las mujeres, debe de diferenciarse de la “promiscuidad”, la cual implica un pensamiento deliberado hacia actos sexuales, con o sin deseo sexual o placer.

A la hipersexualidad masculina se le denomina “Andromania” o “Satiriasis”"

Jajaja, a mi me ha hecho mucha gracia, porque creo que nunca he oido que la gente llame "andrómanos" a los hombres, en cambio lo de ninfómana es algo que oímos mucho.

Pero no sólo creo que se nos juzga erróneamente a las mujeres. Hay hombres que no son tan sexuales como sus estereotipos esperan. Simplemente no son sexuales. El problema existe cuando una mujer sexual se junta con un hombre no sexual y viceversa. Cuando una mujer es sexual y su pareja no lo es, se crea el estereotipo de la mujer promiscua o ninfómana, pero cuando un hombre es sexual y su pareja no lo es, se considera una situación normal.

Me pregunto si esto algún día acabará? Una mujer sexual que es feliz con su cuerpo y su sexualidad dejará de ser un tabú en las futuras generaciones o las futuras generaciones están retrocediendo al pasado donde la liberación sexual de la mujer no existía?

lunes, 24 de marzo de 2008

Niños y niñas

Cuando tenía siete años había una niña en mi clase que escribía mejor que los demás. Ella escribía con la letra perfecta. Era una niña muy introvertida y tímida. Sus padres le hacían regalos por sacar buenas notas. Yo eso lo admiraba, pensaba en el día en que a mí también me harían un regalo por mis notas. Pero en el fondo de mi sabía que esas cosas no pasaban en mi família. Mi madre me enseñó que esforzarse en la vida era nuestra responsabilidad y que no por eso nos iban a dar una recompensa. Yo me ponía triste de pensar en esos bolígrafos rosas y esas hojas perfumadas que esta niña tenía. Ella era como la princesita de su casa.
Por entonces entendí que yo nunca sería una princesa, pero que todo lo que lograra en mi vida gracias a mi sacrificio aumentaría mi ego. En realidad en mi casa ya había una princesa perfecta, que era mi hermana mayor. Ella siempre ha sido la mejor para mis padres y para mis abuelos. La que habla mejor y la más educada. Aunque mi hermana gemela y yo con el tiempo logramos tener más estudios que ella, sacar matriculas de honor, hablar inglés y ser más independientes, siempre ella será la princesa de la casa por el único hecho de ser la primera.
Además siendo ya una niña sentía la diferencia generacional con mi hermana, yo la veía cerrada y sumisa. Yo en cambio era impulsiva, pasional y sin ser capaz de controlar mis instintos. Para mí los chicos y las chicas formaban parte del mismo grupo de personas, no entendía porqué tenía que comportarme diferente por ser una niña. A mi padre le gustaba que tuvieramos el pelo largo, y yo lo odiaba. Ya entonces miraba a los chicos con envidia, ellos podían llevar el pelo corto, podían dar rienda suelta a su espíritu salvaje y nadie les iba a recriminar nada. A las niñas nos educan con los muñecas (bebés), la escobita y el mocho pequeñito rosa, y la cocinita. Desde que nacemos nos meten en la cabeza que ese será nuestro destino, cuidar del bebé, limpiar la casa y hacer la comidita. Mientras los niños corren, juegan al fútbol y con los coches, y encima pueden llevar el pelo corto....
Llega un momento en el que una niña quiere una Barbie, o al menos a mi me llegó ese momento. Yo quería una Barbie, rubia, con el pelo largo y liso y con tacones. Así que mi hermana y yo la pedimos para los Reyes Magos. No sé bien si fue por falta de dinero o porque la eligió mi hermana, la segunda, pero no nos llegó la Barbie, sino la Darling.
La Darling, era una imitación de Barbie, muy guapa la verdad, no era de esas de plástico fino, sino que era perfecta y resistente. El único problema es que tenía el pelo corto y rizado, y lo peor es que tenía los pies planos :((((. Nosotras teníamos mucha imaginación y nos gustaba buscar soluciones, así que con la plancha de la ropa le planchamos el pelo y se le quedo liso, incluso ya no era tan corto! Ahora que lo pienso con el pelo rizado iba mucho más guapa, pero yo me quedé tan contenta con ese pelo frito planchado. Con los pies no pudimos hacer nada!

viernes, 21 de marzo de 2008

Soy tan simple

Llevaba días con problemas con el blog. Perdía entradas, no podía borrar otras, y cada vez que me metía al blog me encontraba con diferentes opciones. Ha resultado ser un problema de mi ordenador y no sé qué de Java. Me doy cuenta de lo fácil que es hacerme feliz, soy tan simple!!!

El Destino

Qué es el destino? El destino existe o nosotros provocamos su existencia? es una creencia, una utopia, una salvación o una manera de culpar al azar de nuestras acciones?es un miedo o una liberación? está escrito o lo escribimos nosotros? son nuestras acciones, nuestras palabras, nuestros pensamientos o nuestros sentimientos? alguien sabe responder a qué es el Destino?

jueves, 20 de marzo de 2008

Chicas distorsionadas

Hace poco que me he abierto una cuenta en hi5. De repente tienes amigos por todos lados, agregas por aquí, te agregan por allá, te sugieren estos amigos o los otros. Está muy bien porque puedes conocer a mucha gente de otras partes del mundo. Puedes compartir opiniones sobre como ves la vida con alguien que vive a 10 horas de avión y que quizás nunca verás o quizás si.
El caso es que empecé a ver fotos de amigos y esos amigos agregan a otros amigos. Lo que me ha sorprendido es ver fotos de chicas que lo enseñan todo. Tanga rojo, blanco, negro, casi sin tanga, jajajaja. No sé cuando empezó la moda esa de gritar al mundo que eres sexual, aunque creo que fue con Britney Spears de colegiala y luego Christiana Aguilera con "Dirty" ugggg. Yo siempre he pensado que si eres algo no tienes porque ir por ahi pregonándolo, lo eres y punto. Se es sexy o no se es, cual es el uso de que la primera impresión que das es que te vean el culo? puede ser que problablemente no te agreguen si no ven el tipo de carne que tienes, no sé.
Aunque claro yo pertenezco a la generación donde la gente antes de meterse la lengua hablan jajajaja. Cuando daba clases de inglés a adolescentes les hacía reflexionar sobre lo que era el amor. Les llegué a pedir una redacción que se titulaba "El amor en nuestro siglo". Ellos se reían de mí, pero yo quería que reflexionaran sobre esta época donde todo va tan rápido. La gente se conoce, se comen, y hasta luego. Pero lo que más me impresiona es ver a las adolescentes gritando su sexualidad al mundo, usando tanga y depilándose todo lo que se puede depilar. No veo mal la depilación y el tanga, sólo es que no me parece natural para esa edad. Todavía no saben lo que es realmente un orgasmo y ya tienen que estar preparadas para todo y hasta se compran juguetes sexuales en un Sex shop, como si no tuvieran cosas que experimentar como para necesitar un consolador. Será que soy una anticuada.....

Recuerdos

Desde que tenía alrededor de los ocho años hasta que mi padre murió me convertí en su consciencia. Mi madre me mandaba a que fuera al bar a por él, ella decía que yo era la única persona que le haría ir a casa. Yo iba al bar, él estaba allí con sus amigos bebiendo algo, observaba su comportamiento, adoraba su sonrisa de caballero, miraba lo que bebía, se despedía de aquellos tipejos y nos ibamos a casa. Yo ya odiaba a todos esos que bebían con él y miraba con desprecio a las mujeres que iban al bar. Para mí esas mujeres eran mujeres perdidas, sin valores, mujeres que estaban allí con los hombres que no querían ir a sus casas donde las responsabilidades familiares les esperaban. Recuerdo en particular una mujer que fumaba. Yo no lograba entender cómo esa mujer tonteaba con mi padre delante de mí. Mi padre era un seductor, le gustaba gustar, y no le culpo por ello, pero no entendía cómo dejaba desplegar sus encantos delante de mí, una niña de ocho años en un bar lleno de humo y de alcohólicos y alcohólicas. Yo por entonces iba a la iglesia, era inocente, quería creer en dios y todas esas tonterias que te enseñan en misa. Mi moralidad era muy alta, aunque era una niña yo entendía el mundo del amor y la família, lo que estaba bien y lo que estaba mal. Años después odié a mi madre por hacerme pasar por aquello, por tirarme a la cara la responsabilida de una mujer, por tener que comportarme como una adulta cuando sólo era una niña.
Mi padre tenía problemas de circulación. Le salían erupciones en las piernas probablemente por el alcohol. Yo le daba masajes para que sus piernas se deshincharan. Tengo tres hermanas, pero mi madre siempre me elegía a mi para que ayudara a mi padre. Él decía que yo tenía gracia, que yo podía curarle. Esto me perseguía siempre, porque no sólo lo decía él, también lo decía mi abuela. Decían que podía curarles el dolor de barriga. Entonces yo sentía que tenía magia, pero a la vez me caía toda la responsabilidad de sus males.
En mi casa siempre salía el tema de la muerte. Cuando mis padres discutían y se decían de todo, yo me metía en el medio e intentaba que se calmaran. Entonces mi madre le culpaba por beber, le decía que al final se iba a morir. Siempre se creaba un drama. Me acostumbré a vivir mi vida rodeada de drama. Para mi era normal esas peleas, los desmayos de mi madre, los gritos, los insultos. No tapaban nada, lo hacían delante de mi, pero para mi ya era normal.
Mi padre solía decir que tenía dos corazones y que por eso no se moriría. Yo quería aferrarme a lo que él decía por eso el día que se murió no lo asimilé, incluso cuando ví su cuerpo sin vida yo le ví respirar.

Me perdí una vez

En mi vida me he perdido muchas veces, pero una vez me perdí físicamente cuando tenía cinco años. Era un domingo de agosto y pasó en una playa que estaba llenísima de gente. No era la playa donde siempre ibamos, mi hermana mayor se había ido una semana de vacaciones con una amiga y su família a Benidorm. Fuimos a recogerla y a pasar el día con ellos en la playa. Recuerdo que estaba con mi hermana gemela y con mi madre en el agua, nosotras queríamos un helado y mi madre nos dijo que fueramos a pedírselo a mi padre. No sé como fue que mi hermana salió del agua antes que yo, supongo que ese día me dejé llevar por el viento y en lugar de ir hacia la izquierda fui hacia la derecha. No veía nuestra sombrilla, sólo veía a mucha gente. La arena quemaba mis pies, y yo empecé a llorar. Nadie me hacía caso, ví a una mujer mayor que hacía topless y me dio cierta repulsión. Seguía buscando la sombrilla amarilla con rayas de colores pero no podía verla. Entonces una mujer me vió y me llevó a una caseta de la Cruz Roja. Me sentí aliviada pero yo sólo quería ver a mis padres. Fueron 45 minutos eternos de mi vida, yo no pasé mucho miedo, fue un poco más un sentimiento de incomprensión. Creo que fue el primer momento de mi vida en que me sentí sola e indefensa frente a un mundo que nunca entendería. Fue una metáfora de lo que sería mi vida, de la manera en que vería el mundo. Me sentí sola llorando, sentí que desde ese momento algo había cambiado en mí, que nunca volvería a ser la niña protegida que era hasta entonces.
Cuando me llevaron a donde estaban mis padres, no sé porque creía que estaban enfadados conmigo, pero no fue así, mi padre me levantó y me abrazó. Creo que es el único abrazo que recuerdo de él, desde entonces me pasé el resto de mi vida buscando ese abrazo en el que no me sentía sola, en el que el tiempo se paró.
Ésta fue mi visión de ese día en la playa. Para mis padres fueron 45 minutos de angustía. Mi madre dice que mi padre sólo pensaba que alguien me había raptado. Me hace gracia pensar en ello, la policia no dejaba salir a nadie de la playa, paraban a todos los coches para ver si alguien me había cogido, jajaja, como si fuera importante.
Los domingos solíamos ir a ver a mi abuela después de venir de la playa. Cuando llegamos a su casa mi abuela estaba preocupaba. No paraba de preguntar que había pasado. Entonces no existían los móviles ni mi abuela tenía teléfono en casa. Mi abuela no paraba de insistir en que le explicaran que había pasado. Ella decía que se había acostado a dormir la siesta y que había soñado que me había perdido en la playa. Fue entonces cuando entendí los sueños premonitorios que tenemos las mujeres de mi família.
Esa noche dormí con mis padres. En el medio de su cama.

martes, 18 de marzo de 2008

Conversaciones de chicas

Hoy he quedado con mi hermana y mi mejor amiga. Hablando un poco de todo, ha salido el tema de las bodas. Mi amiga está casada, pero mi hermana y yo no. Lo que decíamos es cómo es posible que en las últimas semanas personas que hacía tiempo que no veíamos nos pregunten si nos hemos casado?. Mi hermana y yo ponemos cara como de qué? casarme? por? y eso a que viene?.
Cuando pasas los 25 es lo que toca, casarte, lo de los hijos ya se deja para los 30 ;). Yo sigo pensando que en unos años cuando me reencuentre con algunas personas la pregunta será "y tú, te has divorciado ya?". La verdad es que a mi me parece admirable ver que cada día la gente se divorcia más, este comentario mío puede hacer que más de una conservadora me ponga verde. Pero es lo que pienso. Antes la gente se quedaba con sus parejas aunque no se aguantaran, aunque se irritaran mutuamente hasta el punto de odiarse, se ponían los cuernos, pero seguían con la relación. Ahora la gente piensa en sus opciones y lo bueno es que piensan en su felicidad y en su futuro. Lo de "hay que aguantar", que hasta hace poco me lo decía mi madre, ha pasado al olvido, ya no está en nuestras mentes. Hoy en día la gente se deja de amar, aunque se sigan queriendo, y se divorcian.
Yo admiro a las parejas que después de un divorcio siguen siendo amigos. Demuestran que han aceptado que una etapa de su vida ha muerto, que quieren seguir por otro camino, y que no por eso tienen que olvidar a una persona con la que han pasado muchos años, sino que todavía pueden compartir momentos de sus vidas. Yo siempre he sido amiga de mis exs, excepto del monstruo. Yo a mis exnovios los tengo clasificados, está mi primer novio, el monstruo y mi ex, jajajaja, yo es que lo pongo nombre a todo.
Mi primer novio, yo era demasiado joven y él buen chico pero totalmente perdido. Él se enamoró de mí, hizo lo posible porque yo me enamorara, y cuando por fin me decidí a estar con él se terminó el encanto. Es de esos chicos que viven de los sueños, que piensan que el pasado es mejor. Después de dos años y medio de dejarlo y volver, me dejó, que era lo que siempre hacía, pero yo en esa ocasión decidí no volver más. Después estuvo un año llorando, y no es broma, llorándome todos los domingos para que volviera con él. Así que pensé en darle otra oportunidad, pero me volvió a demostrar lo mismo, que seguía viviendo de sueños, que cuando yo me volvía su realidad ya no me quería. Hace que lo dejamos 9 años y todavía no ha salido del armario, y por lo que veo no parece que lo vaya a admitir.
El monstruo... sin comentarios, ya le he dedicado algún que otro post por aquí.
Mi ex fue mi tercer novio, como podéis ver. Le conocí porque es amigo del marido de una amiga mía de la Universidad, sí, los amigos de mis amigos son mis amigos jajajaja. Cuando le conocí yo estaba llena de cicatrices del monstruo. Al principio nos iba bien, o al menos eso creía yo. Sólo quería volver a creer en el amor, quería sentirme amada, que me mimara, que me cuidara, esas cosas que nos gustan a las mujeres. Tres meses después me dejó porque decía que le parecía imposible que yo fuera la mujer de su vida cuando el mundo es tan grande. Ahora que lo escribo me rio, pero entonces me sentó como una patada en el culo. Por supuesto que se arrepintió en pocos días, pero mis cicatrices del pasado todavía no se habían cerrado asi que yo enloquecí un poco. No recuerdo muy bien lo que me pasó porque por entonces el monstruo me acosaba y yo no podía pensar claramente.
Me lié con un chico de la clase de una amiga, y después con otro chico que había conocido cuando empecé con mi ex. Pero yo nunca he sido una chica de rollos, siempre los he odiado, me dejaban una sensación de vacio. Para mi un lio era peor que estar sola, era como compartir momentos que sabes que sólo son momentos, sin dejar nada de tí, sin sentir que eres importante para alguien, sin sentir que te aman, sólo es un rato en el que te olvidas de quien eres, un rato en el que otra persona ni siquiera quiere saber quien eres. Te vendes y al final ni siquiera sabes quien te ha comprado.
Después de unas semanas de autodestrucción, decidí darle otra oportunidad a mi ex. Entonces pensé que las cosas serían mejor, que al menos ya había despertado de ese sueño en el que quería ser una princesa. Pensé que nuestra relación sería más real, que no tenía que esperar a que él me cuidara, que mis cicatrices tenía que curarlas yo. Tampoco podía darle la responsabilidad de convertirle en mi salvador, tenía que salvarme yo misma y quererme de nuevo para poder estar con él. Así estuvimos un año, con el tiempo yo fuí entendiéndome, empecé a desarrollar mi personalidad y volví a creer en el amor. Me dí cuenta de que con él no iba a ser feliz porque éramos incompatibles, porque para él el domingo ideal era levantarse temprano y aprovechar el día para hacer cosas, y para mí el domingo ideal era estar en la cama con él hasta las tantas y pasar el día pegados.
Hay dos clases de personas, los perros y los gatos. Los perros son los amorosos, los que les gusta besar, abrazar, y tocar. Los gatos son los que se dejan besar, abrazar y tocar. Yo soy una perra y me encanta!

sábado, 15 de marzo de 2008

Más abierta

He decidido que a partir de ahora voy a ser más abierta. Más abierta con la gente, he decidido que voy a dejar que otros me vean, que quiero conocer a más gente. Yo siempre había sido muy sociable y sonriente, pero últimamente casi no tengo la oportunidad de conocer a gente. Los únicos sitios donde puedo hacer amigos es en el gimnasio y en la academia (donde me preparo las oposiciones). Los últimos años, debido a mis trabajos me he llevado muchas decepciones. En los trabajos puedes conectar con algunas personas porque pasas muchas horas allí, pero a veces también puede convertirse en una tortura. En uno de los trabajos que tuve, que para mí ha sido el más importante, conocí a mucha gente, gente que todavía sigue en mi vida, como ni novio y una de mis mejores amigas, y gente que me hizo mucho daño. En este último grupo está la gente que se dedicaba a crear rumores, pero no rumores tontos, si no rumores de esos que duelen, de esos que te dejan marca. Una de esas sanguijuelas supo como tomarme el pelo. Ella tenía por entonces 28 años y vivía con su madre y su hija. Era una chica de esas que van de víctimas por la vida, sin ninguna autoestima, de esas que se dejan usar por cualquier hombre que le paga una copa. La verdad es que a mi me daba pena... Bueno, ella se quedó embarazada de un portero de una discoteca, y vino a contármelo. Me dijo que él le daba miedo, que creía que era agresivo por como se estaba mostrando con ella en los últimos días (esa relación duró algo así como dos meses), además quería decírselo a él porque necesitaba dinero para abortar. Ella ya sabía que diciéndome esas cosas yo le prestaría mi ayuda. Yo entonces no tenía responsabilidades, vivía todavía con mi madre, así que alarmada por lo que me había contado le dije que si necesitaba dinero yo se lo podía dejar. Ella se sintió aliviada y me pidió que le acompañara al ginecólogo. Debo reconocer que estuve días mal, porque siempre he sido de las que meto los problemas de los demás en mi mochila y me la cuelgo a la espalda. Llegó el día en el que fuimos al ginecólogo, yo le dejé el dinero, que era casi la mitad de mi sueldo, y descubrió que estaba embarazada de gemelos. Ella estaba ilusionada por saber que eran gemelos, y yo estaba cabreada a su lado pensando que encima de todo el malestar que me estaba causando tenía que aguantar su emoción. Puede sonar cruel, pero yo no quería ver esa emoción. No era ni siquiera mi problema, era el suyo, ella se había metido ahí.
El lunes siguiente ella tenía que volver a la clínica para que le dieran una pastilla para abortar. Yo seguía sintiéndome mal, nunca había estado en una situación así. Al día siguiente, ella se puso mala en el trabajo y fue al hospital, había tenido un aborto natural. Mi mente a veces une cabos y puede que me equivoque, pero siempre pensé que ella tomó cocaina para provocarse el aborto. El caso es que no necesitó volver al ginecólogo, ya que en el Hospital estaban tratándola. A pesar de no necesitar mi dinero no me lo devolvió, todavía estoy esperándolo (de eso hace tres años). Aunque claro, dejé de ser su amiga, no porque no estuviera de acuerdo con lo que había hecho, porque yo no soy nadie para juzgar su vida, yo tengo la mía y el hecho de tener otros valores no me hace ser mejor persona. Dejó de ser mi amiga porque dañó mi confianza en ella, me usó y se aprovechó de mi ayuda.
Este ejemplo más otros me hicieron cerrarme un poco, no querer dejar que la gente vea quien soy, me sentía como si me hubieran pegado una paliza mientras estaba indefensa. Pero he decidido que me voy a abrir otra vez, que la gente me hará daño igual, es una desventaja de ser sensible, pero en la vida hay que arriesgarse....

viernes, 7 de marzo de 2008

Serlo o no serlo

A menudo me pregunto cómo hubiera sido mi vida si hubiera sido físicamente más fea. Sé que puedo sonar engreida, tonta, vanidosa, sé que con este tema puedo dar una imagen de pretenciosa, pero es un tema que de verdad siempre me ha preocupado. Cuando eres guapo/a (físicamente) la gente te juzga, de repente tienes que dar más que los demás, ser mejor, sólo por haber nacido con esa cara. No sé porque a lo largo de mi vida la gente o me adora o me odia, pero la indiferencia nunca la he logrado encontrar. He intentado de todos los modos posibles pasar desapercibida, me pongo ropa informal, dejé los tacones por mis converse rosas, me he cortado el pelo, me he hecho mechas más claras para tener rasgos menos marcados, he hecho todo lo que podía hacer para que la gente no me vea, pero parece que no funciona.
Cuando tienes una cara más o menos guapa jajajaja, la verdad es que esto suena mal, pues la gente asume que eres tonta, claro, no lo puedes tener todo, ser guapa y lista.... pero si demuestras que también eres lista no puedes volver atrás nunca más, tienes que demostrar más que el resto, demostrar que siempre estás arriba de la cima porque a la gente no sé porque le interesa tu vida. A mi que siempre me ha dado igual lo que hagan los demás....
A esto tengo que añadir que tener una hermana gemela dificulta las cosas jajajaja. Si, la gente por el hecho de ver que tienes una gemela creen que tienen el derecho a mirarte más. Nos miran a una y a la otra, una y otra vez, y nos comparan. Es como "busca las diferencias", sí, es horroroso. Que si una es más alta, la otra es más flaca, ésta es más guapa, la otra tiene los ojos más grandes. Desde que naces tu vida se convierte en una comparación eterna, que nunca, nunca acabará. Otra cosa que asume la gente es que somos iguales, si que es verdad que nos gustan las mismas cosas, hemos estudiado lo mismo, y ok, nos parecemos físicamente, pero de carácter somos totalmente distintas. Entonces cuando pasa un tiempo, y ya mi hermana y yo habíamos dicho a esa persona que cuando nos conociera no nos vería igual, pues llega el día en que nos dicen "pues no os parecéis tanto" y nos quedamos con la media sonrisa como diciendo "ya lo sé petarda" (no sé cuantas puñeteras veces tengo que decir lo mismo), de repente es como que les parecemos un fraude porque ya pueden diferenciarnos. Es... una agonía. Esa es la parte mala de tener una gemela, a parte de nuestras competiciones personales. La parte buena es que es mi mejor amiga, que pasamos mucho tiempo juntas y que nos llamamos todo el tiempo. Y como dice mi novio, tiene a dos por el precio de una jajajaja (esto tampoco suena muy bien, pero en realidad es gracioso). Siempre ha sido un apoyo en mi vida y yo para ella, esto te hace más fuerte porque el poder de dos es muy valioso.
Bueno, vuelvo a lo de ser guapa/o. A veces me pregunto como hubiera sido mi vida siendo más fea. No me hubieran seleccionado en algunos trabajos, no me hubiera metido en algunos problemas por tema de chicos, y no hubiera conocido a tantos basurillas. Porque cuando eres guapo/a sólo dos tipos de personas se acercan a ti: el típico chulo que se cree más que nadie, el basurilla que es así por su baja autoestima, pero que da la imagen de chico malo y duro, y luego el otro lado opuesto, el chico seguro de sí mismo que quiere tener una relación seria contigo. Éstos últimos no son un peligro, está claro que el peligro son los primeros. Pero hasta que conoces que tipo de chico es el que tienes a tu lado en ese momento pasa un tiempo, y a veces ese tiempo dificulta el proceso. Quitarte a un basurilla de encima cuesta bastante, porque los basurillas suelen ser chantajistas, pero las chicas guapas sabemos como llorar, jajaja, ahora la pregunta sería quién es el chantajista? ups
Entonces mi conclusión llega al punto en el que me pregunto siendo guapa o menos guapa todos tenemos que elegir el destino y si no somos felices tenemos que dejar lo que nos hace infelices y seguir buscando o esperando a lo que nos pueda llenar. Yo por mi naturaleza no puedo quedarme con un hombre que no me llene, soy pasional en todo lo que hago y sólo unos pocos afortunados o desafortunados jajajaja han podido estar a mi lado. Al fin y al cabo lo que importa es la belleza interior y si la gente no la ve es que no merece la pena. En mi próxima vida tengo decidido que seré un hombre :))))

miércoles, 5 de marzo de 2008

Nueva actitud, nuevo perfume

Llevaba unos días en los que ya no me sentía cómoda con mi perfume, me parecía que no reflejaba mi nuevo estado de ánimo. Aunque el tiempo ha vuelto a cambiar y hoy hace frio sigo teniendo el espíritu de la primavera en mi cuerpo. Así que, he decidido buscar un nuevo perfume que me quede bien. Siempre me han gustado los perfumes de Thierry Mugler, que son bastante fuertes, son de los que adoras u odias. Usé mucho tiempo Angel, pero decidí que la etapa de ese perfume tenía que cerrarla y me pasé a Innocent, pero ya se me terminó. Hoy me he comprado Violette Angel, perfume con el que espero pasar muy buenos momentos y tener dulces recuerdos, porque soy de las que tengo memoria olfativa jajaja

Home sweet home

Cuando entro en casa, me paro en la entrada unos segundos e inspiro profundamente. Me encanta como huele mi casa, es una mezcla entre seguridad, confianza y amor. La primera vez que mi novio y yo la vimos fue amor a primera vista, después de haber estado aquí ninguno de los pisos que veíamos nos gustaba. Éste era especial, lleno de luz pero a la misma vez totalmente vacio, con las paredes beig y el suelo brillante. Aunque significaba muchos esfuerzos nos arriesgamos. Desde la primera noche todo fue mágico, sólo teníamos la cama, cajas con ropa y algunas sillas, pero todo era perfecto, no sé porque aquí me siento tan feliz y protegida. Poco a poco fuimos eligiendo cuadros, lámparas, cortinas, detalles, y las fotos de la nevera.. hasta conseguir que todo el vacío se conviertiese en un hogar que respira personalidad. Lo más importante es que nuestra personalidad, recuerdos y buenos momentos están en todos los rincones.
Cada mañana cuando me despierto y estoy abrazada a mi novio pienso en lo importante que es para mi ese momento, el primer momento del día, que hace que todo el día se llene de energía positiva y pueda seguir pensando en el futuro junto a él. El destino quiso que nos encontraramos y nos enamoraramos, aunque al principio parecía imposible, gracias a nuestro esfuerzo hoy somos gemelos cósmicos jajajaja, TE QUIERO LOVEKE (esta palabra es una mezcla entre inglés y holandés inventada por nosotros :)))))

domingo, 2 de marzo de 2008

La primera vez

Fue en el sofa de tu casa, me pegabas con un cojín bruscamente. Después salí corriendo del salón, tú me perseguiste y no me dejaste llegar a la puerta de entrada, me agarraste de los brazos y me golpeaste con la puerta al entrar al salón. Todavía era verano y llevaba manga corta, fue imposible esconder la hinchazón del brazo que se convirtió en un moratón enorme, no sé porque en mi mente recuerdo cuando pasó del verde al morado. Después me culpabas por decirte que me habías pegado, insistías en el hecho de que tus padres no te habían educado para eso, y me acusabas por haberte hecho sentir mal. Me decías que te maltrataba, y yo no entendía nada.
Recuerdo la noche que te supliqué que dejaras de decirme esa palabra, me arrollidé ante ti en el suelo del parque que hay al lado de tu casa. Tú te sentías como un dios, te hacía sentir grande. Me repetías una y otra vez que tú no pensabas que yo fuera lo que me llamabas porque si no me hubieras dejado. Yo no entiendía cuales eran los momentos en los que tenía que creer lo que decías y cuando eran los momentos en los que tenía que diferenciar que eso no era lo que pensabas de mí. Te pedía que me lo explicaras pero a ti no te interesaba aclararme las cosas, te gustaba hacerme daño, porque así me podías controlar. Recuerdo que te gustaba que me vieran contigo, te crecías, te gustaba exhibirme ante tus amigos, y luego les mostrabas como podías humillarme, pero no lo hacías con todos, con algunos tenías que dar otra imagen. Tus amigos se reían contigo y yo ya no sabía quién eras.
La primera vez que te dije que eras violento y que estaba haciendo terapia, golpeaste el armario, yo grité, supongo que fue porque ya te tenía miedo, algunas personas vinieron a la habitación, entonces yo ya tapaba tu comportamiento. Me mirabas como si te hubiera traicionado, pensabas que te iba a dejar. Nunca entendí porque creías que me querías, ni siquiera tú lo podías entender. Me quedé meses a tu lado intentando averiguar que es lo que te pasaba, cuando sería el momento en el que volverías a ser tú. Con el tiempo sólo empeorabas, me echabas la culpa de todo, dominabas mi vida, me anulaste, pero logré dejarte. Demostré una vez más que no era como tú.
La primera vez que me amenazaste con eso fue por teléfono, la segunda también, luego llevabas un cuchillo y me lo pusiste en la garganta. Te lo tomabas en broma, te reías y yo hacía como si no pudieras alcanzar mi mente, aunque mi cuerpo estaba a tu lado, yo ya estaba muerta.

De nuevo

Vuelven esos sentimientos de impotencia, frustración y rabia. Me digo a mi misma que eso ya pasó, que ahora soy feliz, y que ya las heridas no sangran. Miro en mi cuerpo e intento encontrar cicatrices y no encuentro nada, ni siquiera esas marcas de las muñecas, que tú limpiaste con un asqueroso algodón empapado de alcohol. Recuerdo porque lo hice, esa semana me habías estampado contra la pared, alzándome desde el suelo con toda tu fuerza, y el resultado fueron nueve moratones en mis brazos. Tú me recriminabas la existencia de ellos, me decías que me los había hecho yo, y yo ni siquiera había asimilado el hecho de que estuvieran ahi. Los descubrí el día siguiente en la ducha, y alguien los vió. No sabía cómo explicarlo porque no me acordaba como había llegado mi cuerpo a aquella pared, enfrente del ascensor. Tú decías un tiempo después que ese día yo te había provocado, te había puesto nervioso, y era mi culpa que me tuvieras que agarrar porque soy muy fuerte físicamente y me había puesto como una loca. En cambio yo no lo recuerdo igual, recuerdo que estabas en el ascensor, y yo estaba en la puerta de éste escuchando tu monólogo sobre tus sentimientos. Entonces me dijiste, con tu cara de cínico, que no sabías porque estabas conmigo si yo no te aportaba nada, no sé porque siempre llegaba un límite en el que yo te contestaba, y este fue uno de esos momentos. Entonces te dije con esa actitud de insensible y casi muerta que solía tener: " yo tampoco sé porque estoy contigo, porque no me aportas nada".
Tú nunca te acuerdas, pero fue en ese momento en el que me agarraste. Unos días después no quería reconocer que había comido con unas personas que a ti no te gustaban. Simplemente te lo ocultaba porque si te lo decía te ibas a pasar horas y horas insultándoles y me castigarías tarde o temprano. Te pedí perdón y lloré, pero tú no me escuchabas. Me fuí contigo, cuando salí del aseo ya no estabas, fue esa persona que ya no está en tu vida, quien me dijo que te habías ido. Fuí a tu casa, sólo querías pelea, gritabas, cogiste mis fotos y los regalos que te había hecho y los rompiste. Te dije que ya no te quería volver a ver más en mi vida y me fuí corriendo. Después de eso ya no querías aliviarme, pero volviste a aceptarme en tu vida. Me regalaste una pulsera y un anillo, y yo me sentía una desagradecida. Salímos el sábado por la noche, y no sé como al final terminamos como siempre, me querías quitar la pulsera, y me arañaste la mano. Me dejaste sola y te seguí, empezó tu tortura psicológica, entré al aseo y me corté con tu cuchilla, sólo quería que te callaras, pero tú sólo querías hacerme más daño.
Al día siguiente tenía una boda, me tapé tus moratones, pero dejaron de ser un secreto, aunque según tú nunca existieron.... para tí es fácil olvidarlos, pero esos no fueron los únicos.