
Ayer pasé el día con algunos de mis compañeros de trabajo. Organizamos una comida en el restaurante de una mujer que trabaja para la empresa. El sitio está a unos 90 minutos de donde vivo. El viaje de ida y vuelta fue muy divertido, estuvo lleno de risitas nerviosas y olores que recordar. El restaurante está en el medio de la nada con unas vistas increíbles al mar. Hubo un poco de todo. Conversaciones, miradas, complicidad, momentos de risa, roces de manos.
Nunca en mi vida pensé que podría estar tanto tiempo mirando a alguien a los ojos. El tiempo pasó demasiado deprisa mientras todo parecía ir a cámara lenta.
Por cierto, si alguna vez tenéis la posibilidad de visitar Jávea os lo recomiendo :)
Sí, la foto es una de las vistas que tuve el placer de contemplar.
7 comentarios:
Me apunto la recomendación!! ;)
Besazos!!
Un plan diferente,a veces se puede notar una inmensa complicidad sin hablar,sólo con los ojos...Un beso
Uyuyuy...aquí hay mucha tela que cortar jajaja.
Tiene que ser un sitio precioso, me alegro que lo pasaras tan bien.
Sé lo que es sentir que el tiempo vuela mientras intentas alargar las horas...
Un besazo
Qué de tiempo sin poder comentaros y leeros...
Debe ser la primavera, que vuelve siempre. Besos
Qué super-vista! Esa es una comida!
pero estaba el restaurante en un avion? joee que vista! que guay!
lo de esas miraditas nervios y tal ... que envidia por una parte y que señal de ALERTA-ALERTA pondria yo ante esas sensaciones...
Bueno me alegra vertee así pr ten cuidado y piensa bien lo q haces.. Por cierto, la vista impresionante. Besos
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