Brillando

Después de pasarme meses durmiendo tanto físicamente como psicológicamente, me encuentro en un momento en el que mi mente no para de pensar. Desarrollo cualquier pensamiento que me viene a la cabeza, estoy tan activa que es agotador, aunque me es casi imposible dormir. Parece que me encuentro con un ritual cada noche. Me acuesto y tardo horas en dormirme, cuando por fin lo consigo, no paro de soñar, entonces sobre las cuatro de la mañana me despierto y paso otra vez a pensar durante una media de dos ó tres horas. Después consigo dormir un rato y me levanto de la cama. No me importa porque finalmente he conseguido llegar a ese sitio de mi mente del que estaba huyendo constantemente. Ahora soy capaz de tratar con los temas que me estaban atormentando y ha resultado que tampoco era tan horroroso, era simplemente una realidad que llevaba adornando.
Me siento satisfecha porque aunque estoy muy lejos mentalmente de la gente que me rodea, me estoy encontrando otra vez conmigo misma. Me había olvidado de quien soy, de las cosas que me gustan, de mis sueños, de mis deseos y he conseguido limpiar mi aura para poder brillar. Supongo que estoy saboreando un poco de eso que llaman egoísmo, y que aunque sea una palabra con connotaciones negativas, a mí en estos momentos me suena a liberación. A veces está bien no sentirse tan responsable y aprender que cada segundo que pasa es una oportunidad que se pierde. Así que ahora sólo puedo disfrutar de todos esos segundos que aún me quedan porque ya no puedo parar.