Mi amigo T

T es un amigo que conocí en la Universidad. Él estudiaba traducción e interpretación y coincidimos en una clase de Italiano. Recuerdo perfectamente la primera vez que le ví. Llegué sola a la clase porque a esa hora tenía otra asignatura troncal de mi carrera, por lo que yo me encargué de coger apuntes.
Me senté y miré hacía delante, y allí estaba T, mejor dicho, su culo, jajaja. Sí, lo primero que ví de él fue su culo, después de mi aprobación de aquella parte de su cuerpo subí la vista arriba y se dio la vuelta, entonces fue cuando ví su cara. Para que os hagáis una idea se parece mucho a Julio José Iglesias Jr, jajaja, incluso habla con el mismo pavo!!. Mi hermana se suele reir mucho cuando lo recuerda, incluso le pone la frase de "o sea, soy super pijo" ...
Por aquella época fue cuando acababa de empezar con el monstruo, así que lo único que hablabamos era un poco por los pasillos y de vez en cuando intercambiabamos miradas. Un día en la puerta de la facultad me pidió mi teléfono y así fue cuando empezamos a ser amigos. Pasó un tiempo y fue cuando dejé por primera vez al monstruo. Además había terminado el curso para él y yo había terminado la carrera. Nos pasamos todo el verano quedando y haciendo cosas juntos. Teníamos conversaciones de madrugada con velitas y música romántica. Sus amigos pensaban que teníamos algo, y casi que yo también lo llegué a pensar, pero poco a poco le fuí conociendo hasta aceptar que él en el fondo tenía miedo a estar con una mujer intimamente. Una noche después de estar bebiendo en un bar del pueblo donde él vivía fuimos a su casa. Los veranos los pasaba solo en casa porque sus padres se iban a un piso de la playa donde también tenían un negocio, y por lo que creo todavía lo tienen.
No sé cómo fue que terminamos en su cama. Yo sinceramente no pensé que realmente se fuera a atrever, pero me equivoqué, aunque quizás no tanto, porque se atrevió a medias. Todo se paró en el momento que se dio cuenta de que no tenía un preservativo.
Pasó de comerme la boca al rechazo absoluto en segundos. Podéis imaginaros que dañó mi orgullo. Después de aquello nada volvió a ser lo mismo. Nos vimos en varias ocasiones pero cada uno tenía sus proyectos de fin de verano, yo me iba a Irlanda tres meses y él se iba a Amberes una larga temporada, tan larga que ya lleva allí seis años.
Siempre que viene me llama por teléfono y de vez en cuando nos mandamos un email, pero todo tiene un tono muy formal. Incluso en una de las veces que vinó hace cuatro años nos vimos. La noche se acortó antes de lo que teníamos planeado porque su prima se había puesto de parto y él quería ir al hospital para estar con ella. Así que sus últimas palabras fueron "quería hablarte de aquella noche, pero tendremos que esperar a la próxima vez". Ahora sé que siempre me quedaré con la duda, aunque ya no me importa lo más mínimo.