martes, 1 de abril de 2008

La mujer de mi tio

La mujer de mi tio, el hermano de mi madre, siempre ha estado muy presente en mis sentimientos de odio. Yo soy una persona que siento intensamente, lo que me lleva a adorar o a odiar frecuentemente. Con el tiempo he aprendido a elegir cuidadosamente a las personas de mi vida para no caer en el odio.

Bueno, vuelvo con la mujer de mi tio. Su infancia no debió ser muy bonita, su madre tenía muchos hijos y era muy pobre, así que la vendió. Eso era algo que por entonces todavía se hacía en España. Aunque la vendió ella seguía teniendo contacto con su família. Su madre creo que es la persona más mala que he conocido en mi vida. Era una mujer agría, antipática, malhumorada, borde, envidiosa, cruel, y otros atributos que se acercan a los ya mencionados. Supongo que para la mujer de mi tio tener una madre asi influyó en su forma de ser.

De su madre heredó muchos de esos atributos y de esta manera educó a sus hijos, mis primos.

Cuando éramos niños nos juntabamos con mis primos y nos llevabamos bien. Pero hoy en día, no sé porque nos desprecían, nos miran con odio y se muestran distantes. Esto es algo que nunca he entendido. Cuando hablamos de este tema con mi madre, ella me dice que no es por nosotras, que incluso entre ellos se llevan así, que están dominados por sus envidias, y esa envidia es lo que mueve sus vidas.

Mi madre tiene dos hermanos, y no sé si será porque es la única chica que siempre ha estado muy unida a mis abuelos. Esta unión al parecer provoca la envidia de sus hermanos, y consecuentemente de sus hijos por nosotras.

Los veranos en los que mi padre estaba enfermo nos ibamos una semana a la casa de campo de mi tio. Entonces la mujer de mi tio aprovechaba para sacar su odio y su envidia contra mi hermana y yo. Nosotras por entonces tendríamos unos ocho años. Esta mujer disfrutaba insultándonos y humillándonos delante de los vecinos, incluso llegó a decirles que le dabamos asco! Su maravillosa sobrina, la hija de su hermano, también pasaba temporadas en la casa de campo. Esta niñata era una copia exacta de mi tia (por primevar vez en toda la entrada la llamo así jajajaja). Era mi tia en una niña de nueve años. Yo ya la detestaba tanto como a mi tia. A veces estar una semana en el campo para despejarnos y olvidarnos de los problemas, se convertía en una tortura. Nos alienaba de los demás niños y nos obligaba a comer su comida horrorosa. Yo sé que podéis pensar que a todos los niños les pasa lo mismo con la comida, pero yo no tenía ningún problema con la comida de mi madre o de mi abuela, lo tenía con la comida de mi tia, que nadie soportaba porque cocinaba de la misma manera que sentía. Recuerdo una vez que casi vomito por la cantidad que me obligó a comer....

Mi abuela tuvó un derrame cerebral hace poco más de tres años, ella tenía 82 años. Los médicos nos dijeron que se iba a morir. El primer día que ingresó en el hospital mi tia repetía una y otra vez que se iba a morir con una frialdad como si estuviera hablando de alguien que no conocía. Yo estaba impactada porque acababa de ver a mi abuela y estaba muy mal, yo no podía dejar de llorar pensando en que ya la perdíamos. Fue algo así como un milagro que se recuperó y ahora está muy bien, aunque no como antes, pero está bastante bien para su edad :)

Pero esto no es todo, cuando mi abuela acababa de recuperarse del derrame mi tio se la llevaba al campo algunos fines de semana. Mi abuela estaba muy sensible, acababa de superar algo tan delicado y sólo quería que le dieramos besitos y le dijeramos todo el tiempo cuanto le queríamos. Pero esto no es lo que le pasaba cuando iba al campo. Los domingos por la noche mi abuela llegaba llorando y diciendo que la ignoraban, que le recriminaban cosas de años atrás y que encima le decían que no la querían.

Para mi esto es algo que nunca les perdonaré. No puedo hacer que le quieran, pero tampoco veo el sentido de que se lo digan..... no lo puedo entender. Son una família de monstruos.



 

3 comentarios:

Sega dijo...

Dicen que cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar. Te habrás quedado fría, pero espera ahora te explico -porque al final llegaré a comentar tu post :) - El caso es que algunos amigos mios directos se casan, y ellos invitaron a mucha gente en sus bodas.

El otro día pensaba en el día en que yo me casara, y ahí vino mi pequeño problema. No estoy dispuesto a invitar a toda la familia, por el simple hecho de que tengamos consaguinedad cercana, ya que tengo amigos que son mucho más familia que ellos. No me caso con nadie.

La familia no son como los amigos o las parejas -no la podemos elegir-, pero si que podemos hacer uso de nuestro derecho de compartir cosas como esta -la de una boda-.

Hay familias que tan solo lo son a nivel teórico, el resto, bueno, el resto ni importa.

Besitos.

Ángeles dijo...

Yo he tenido ya alguna discusión con mi madre por el hecho de decir que el dia q me case ellos no irán a mi boda. Ya veremos al final que pasa.
Yo estoy de acuerdo contigo, algunos amigos son mucho más familia que los que nos toca por sangre, pero bueno, asi es la vida...
Besitos

Anónimo dijo...

Tú misma lo has dicho: son unos monstruos, y cuanto más lejos mejor. No te sientas mal por eso. Un beso